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Mostrando entradas de julio, 2019

LA ESPAÑA REAL NO ESTÁ EN MADRID

             Imagino que le pasa a todo el mundo, desde luego a mí. Me encanta encontrar en una voz autorizada y respetable un comentario que coincide con lo que yo mismo pienso y que quizá hubiera expuesto en algún lugar, por ejemplo, en éste, pero como ya lo ha hecho, con acierto, ese otro comentarista, es mejor incorporarme a su opinión y decir: la comparto.             El artículo, siempre digno de ser leído, de Manuel Vicent en la última columna de El Pais de este domingo, es lúcido, sensato, rotundo. Sin desperdicio, se suele decir en estos casos. La línea argumental es sencilla: por un lado, en el Congreso, los líderes políticos de este país (título que se han adjudicado ellos mismos) han escenificado el vergonzoso espectáculo de la fallida investidura de un presidente del gobierno que lleva ya en funciones casi seis meses. De la vergüenza no se libra ni uno solo de ellos, ni los directamente protagonistas del escándalo ni los secundarios que han aportado su granito de are

FAMA A TÍTULO PÓSTUMO

            Hay una cosa que no entiendo ni he podido entender nunca. Muere un ciudadano cualquiera, una persona hasta ese momento anónima, que no ha hecho nada especial por su pueblo ni ha destacado por motivo alguno hasta que alcanza notoriedad justamente en el momento final de su vida. Puede caerse de un andamio, ser embestido por un toro que está de fiesta en las calles del lugar, o sufre un accidente y su coche se estampa contra un árbol o cae por un barranco o se ve envuelto en un crimen; puede que le maten a tiros o navajazos   o puede que él mismo sea quien mata a otra persona, por ejemplo, a su madre y a continuación se pega un tiro, con lo que ya son dos los muertos.             Entonces, en cualquiera de esos casos (y en otros muchos similares, claro; he elegido solo unos pocos ejemplos dentro de un repertorio muy variado) en el pueblo se rasgan las vestiduras, lloran y convocan minutos de silencio, ponen las banderas a media asta, suspendes las fiestas, si las hubiera e

REHACIENDO LAS CASAS COLGADAS

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            Da un poco de grima contemplar así el edificio más emblemático de Cuenca, el que sintetiza el espíritu de la ciudad, al menos de puertas para afuera. No hay mayor reclamo turístico que las Casas Colgadas y más aún si se las pone en relación con el vecino Puente de San Pablo, formando ambos elementos el paradigma simbólico que tanto atrae a nuestros visitantes y, a lo mejor, incluso a los propios conquenses. Los aficionados a fotografiar el venerable edificio tienen ahora una mala época; si acaso, queda un leve resquicio en los ventanales que se asoman a la hoz del Huecar pero el resto del inmueble se encuentra como vemos, envuelto en la imprescindible malla protectora que oculta lo que está pasando en el interior.             Rehacer la historia de este desastre nos llevaría mucho tiempo y no pocos lamentos. Basta recordar que el mesón-restaurante se cerró en el año 2013, poniéndose en marcha entonces el lentísimo proceso para su rehabilitación que afronta proble

MÁQUINAS EN LAS CALLES

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            Hace tanto tiempo que en las calles de Cuenca no se aplicaba ningún remedio terapéutico que solo los más viejos del lugar recordaban la presencia de máquinas y obreros dedicándose a la dura tarea de asfaltar el pavimento, tras años de acumular deterioros sin que nadie acudiera a ponerle ni una triste tirita capaz de contener el progresivo daño. Pues miren por dónde ese día ha llegado, para sorpresa del personal amigo de las obras. Las calles Hermanos Becerril y Fermín Caballero son las beneficiadas por esta novedad, que llega acompañada, como es natural, de los inevitables cortes o desvíos del tráfico, situación que nos devuelve a lo que es normal en cualquier ciudad que procura estar al día, limpia y aseada. Si además, como es lógico suponer, al término de estos trabajos se repintan las rayas sobre el asfalto, miel sobre hojuelas. En este asunto es de esperar que, en esta ocasión, el Ayuntamiento no regatee el gasto. La última vez que se pintaron las rayas lo hizo

NUEVO PASO EN LA MURALLA DEL ALCÁZAR

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Ha costado, tiempo, trabajo y paciencia, pero ya están en marcha las obras de rehabilitación de los restos arqueológicos existentes en la zona interior de la antigua muralla del Alcázar de Cuenca y de las calles inmediatas, singularmente la que lleva ese mismo nombre. Este proyecto de rehabilitación fue aprobado por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca en marzo de 2016, pero fue preciso esperar hasta marzo de 2018 (dos años más) para que la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Cuenca, presidida por el alcalde Ángel Mariscal y seguramente muy ocupada en otras cosas importantísimas, diera su aprobación al proyecto de obras. Y ha hecho falta un año más para que culmine el procedimiento de licitación y adjudicación de los trabajos que, al fin, ya están en marcha. La obra consiste en completar la urbanización de la calle Alcázar, que rodea la Plaza de Mangana, incluyendo el remate de la coronación de la muralla medieval sobre la plaza del Carmen y resolver el acceso, restauración y

EL RETORNO DE JOSÉ GUERRERO

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             Casi todos los buenos artistas (e incluso algunos que no son tan buenos) resultan reconocibles a simple vista, por poco que el espectador tenga algún conocimiento de su obra. Entre ellos, José Guerrero no oculta su filiación ni la disimula en forma alguna; basta asomar la vista a la sala donde cuelgan sus cuadros para que la mirada capte de inmediato la fortaleza de un universo creativo en el que el color es el factor dominante. Un color claro, rotundo, fuerte, definido con firmeza, llamando a cada cosa por su nombre (el azul es azul, el rojo es rojo) para en la combinación luminosa de todos ellos proclamar alegremente la vocación lúdica de un artista que ahora, veintiocho años después de su muerte, regresa a Cuenca; naturalmente, a su ámbito apropiado y justo, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde estará hasta el 29 de septiembre.             José Guerrero, granadino de nacimiento, español de vocación y carácter, renunció a esos principios naturales para afin

ESTIVAL VISTE CUENCA DE MÚSICA

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         Vive la ciudad, esta ciudad, o sea, Cuenca, durante estos días, una especie de impregnación de música y otras disciplinas afines, al amparo de un título ya asentado, y eso es muy importante -porque cuando estas cosas empiezan nadie puede aventurar cuál será su destino, tan procelosas son las cuestiones que tienen que ver con la cultura- porque refleja la existencia de un trabajo constante, continuado, y Marco Antonio de la Ossa lo viene haciendo desde que puso en marcha, hace ocho años, Estival Cuenca, iniciativa del todo privada aunque tenga detrás el imprescindible apoyo de los dineros públicos y otros procedentes de varias entidades particulares, y eso también, lo uno y lo otro, tiene su mérito.          De manera que hace unos días se puso en marcha la octava edición de Estival Cuenca que se desarrollará hasta el 6 de julio, con una propuesta básicamente musical, pero también otras cuestiones anejas, como el Estival Zen que dejó al personal encantado aunque mol

EL COLOR DEL CRISTAL

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         Es un dicho viejo: nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira. Y si el cristal es de naturaleza política, se puede decir a la vez lo mismo y su contrario.             Lo primero que hizo el nuevo alcalde de Cuenca, Darío Dolz, fue anunciar la eliminación de las cámaras de control de tráfico en el casco antiguo de Cuenca, perverso sistema implantado sin encomendarse a nadie (y menos que a nadie, al sentido común) por un equipo municipal arbitrario e insensato. Noticia recibida con plena satisfacción por los vecinos, los comerciantes, los hosteleros y los visitantes. Por todos, no: el portavoz de la oposición, o sea, del PP, se apresuró a anunciar una posible demanda por una también posible prevaricación del alcalde. Si Darío Dolz estuviera seguro de que lo debe hacer, esa amenaza le hubiera importado un pimiento: si quieren ir a los tribunales, que vayan, y allí ya veremos, debería haber dicho, manteniendo su criterio, que es justo y