MILAGRO EN EL CASCO ANTIGUO
¡Milagro!
Aprovechando que estamos bajo la sombra amenazadora de una epidemia vírica de
dimensiones colosales, se ha producido un milagro extraordinario, mediante la
curación sorprendente de un edificio que llevaba años amenazado con los peores
males derivados de la ruina. Por ello, y con el fin de proteger a los
viandantes, el edificio en cuestión, en la Plaza de la Ciudad de Ronda, trasera
a la calle de los Canónigos, junto al Museo de Cuenca, fue debidamente protegido
por unas valles que impedían el acercamiento por si acaso caían cascotes o, lo
más previsible, la casa entera de venía a pique.
Más he
aquí que de pronto, sin que se haya realizado ni una mínima obra, las callas
han desaparecido, lo que significa que ya no hay peligros de desprendimiento y
uno se queda maravillado intentando comprender cómo y mediante qué
extraordinarios mecanismos se han podido solventar los problemas que este
edificio venía arrastrando desde tiempo inmemorial, en que, de paso, está
siendo okupado de manera sistemática sin que a la autoridad municipal parezca
importarle mucho semejante desgraciada situación, en la que unas personas se
ven obligadas, por necesidad, a vivir en unas condiciones que deberían avergonzarnos
a todos, en especial a quienes tiene obligaciones sociales y políticas que
cumplir.
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