LOS NECIOS TAMBIÉN EXISTEN
Una grandísima parte de ciudadanos están -estamos-
siendo respetuosos con las instrucciones que recibimos para quedar en casa y
salir a la calle solo en circunstancias muy excepcionales. Alguna parte de esos
ciudadanos (ignoro cual podría ser el dato estadístico) lo hace porque siempre
han sido obedientes al gobierno y cumplen las normas, cualesquiera que sean,
pero otra parte (el resto al porcentaje anterior) lo hacemos por convencimiento
de que tal cosa es útil y conveniente como cuestión básica para poder combatir,
superar y finalmente eliminar, al coronavirus maldito que nos está amargando la
primavera. En estas circunstancias siempre me hago preguntas a las que
raramente encuentro respuestas. Por qué el primer grupo citado hace lo que
hace. Unos para demostrar que son rebeldes y desobedientes por naturaleza,
otros para demostrar que son más valientes y chulos que nadie (¡Bichitos a mí! Amos,
anda, bueno soy yo para tener miedo de un microbio), otros para llamar la atención
y algunos, simplemente, porque son así de imbéciles. En lo que va de epidemia,
en Cuenca han sido detenidas tres personas (dos por la Guardia Civil y una por
la Policía) y a otras 406 (282 y 124 respectivamente) se les ha presentado
denuncia formal. Aparentemente, son muchos, pero bien pensado, 409 entre una
población de doscientos mil habitantes (0,2 por ciento) no es un porcentaje
excesivo. Sería mejor que no hubiera ninguno, claro, pero aún no se ha
inventado una sociedad humana en la que no haya necios sueltos por las calles. [La foto es de Voces de Cuenca]
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