LOS SUEÑOS DE VÍCTOR ULLATE

Me ha sorprendido, por inesperada, la noticia de que Víctor Ullate ha decidido cancelar la prestigiosa compañía de danza que ha mantenido en activo desde hace no menos de 30 años.  No recuerdo haber leído nada sobre este asunto en esos periódicos, impresos o digitales, que dedican sus espacios a repartirlos por igual entre el problema catalán y las elecciones generales, asuntos ambos con los que los ciudadanos estamos siendo castigados sin piedad alguna (lo que, de paso, alimenta pensamientos nada piadosos hacia los responsables, medios de información incluidos) de que tales cosas estén sucediendo.

     A lo que voy: ya no hay ballet de Víctor Ullate. Dentro de unos días, el 22, debería haber actuado en Cuenca, en una nueva versión de Carmen, que con toda seguridad hubiera sido un espectáculo brillante y creativo, entre la concepción clásica que corresponde a una obra consagrada y la capacidad innovadora que siempre ha tenido el coreógrafo. Un sencillo cartel, en el Teatro-Auditorio, avisa de que la representación se ha suspendido, con el inevitable derecho a percibir la devolución de las entradas ya vendidas.

    La primera vez que Ullate actuó en Cuenca con su compañía fue el  28 de abril de 1995, cuando el Teatro-Auditorio estaba cumpliendo su primer año de vida y fue, ciertamente, una ocasión memorable, de las que difícilmente se pueden olvidar. Entonces no fue función de obra única, sino que se ofrecieron varios montajes de piezas diferentes, formando en conjunto un espectáculo bellísimo. Ahí está la foto, de Santiago Torralba. En adelante ya no hay más, solo recuerdos.