LAS LIBRERÍAS IGNORAN SU DÍA
Cabe la posibilidad de que yo no me
haya enterado, bien por despiste o por falta de atención a los noticiarios al
alcance de la mirada y el oído o porque entre la maraña de declaraciones políticas
no ha habido hueco para un tema tan insignificante como el de las librerías,
los libros, la cultura. Se ha comentado ya, en distintos foros, la cosa
sorprendente de que en el famoso debate de la TV ni uno solo de los candidatos
pronunció la palabra cultura ni hizo la menor alusión a semejante cosa, que
para los aspirantes a gobernar el país debe ser algo exótico, digno de gente
traviesa, merecedora de ser ignorada.
Ocurre que este sábado, o sea hoy, es
el Día de las Librerías, fiesta (por llamarla de algún modo) que se viene
celebrando en toda España desde hace nueve años. En este, según los promotores,
se ha querido poner en valor el trato
personal, exclusivo y cercano que ofrecen las libreras y libreros, lo cual es
muy cierto en lugares como Cuenca en que tales establecimientos tienen, casi
todos, a su frente al dueño en persona, ayudado por algún dependiente pero es él
o ella la que responde ante los visitantes que pueden ser clientes o
sencillamente están de paso y miran lo que hay en los anaqueles.
Pues
resulta que ha sido el Día de las Librerías y yo sospecho que en esta bendita
tierra pocos se han enterado de tal cosa. Incluyendo a las propias librerías,
porque esta mañana me di una vuelta por las calles en que se encuentran y no
advertí que ninguna tuviera a la vista la advertencia de lo que se celebraba. Ni,
desde luego, el cartel colectivo, ese que inserto aquí para que se conozca.
Si
me acuerdo, el próximo año estaré más atento, el 9 de noviembre, a ver qué se
hace por aquí como impulso cultural y también comercial hacia las librerías,
las pocas que hay en la ciudad.
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