LOS LITOS DE FERNANDO BUENACHE
Es muy recomendable, para
la salud y para la conservación del entusiasmo (mientras se deshoja la
margarita de las elecciones y el gobierno) darse un paseo, mejor una inmersión,
entre los litos que Fernando Buenache ha
colocado en el Centro Cultural Aguirre, dentro del proyecto de Días de Arte
Conquense, que con tanta eficacia como buen gusto está desarrollando Carlos
Codes, con el amparo de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cuenca.
Hace ya muchos años que
Fernando Buenache emprendió, por su cuenta y razón, la notable tarea de
amueblar con arte los alrededores de su pueblo, repartiendo a diestro y
siniestro todo aquello que su imaginación iba localizando en la propia
naturaleza, troncos de madera o piedras, en los que encontraba figuras
sugerentes, para ilustrar el paisaje en plena naturaleza con un museo al aire
libre al que ha bautizado como Troncosaurius.
Esa explosión de
belleza al natural, creativa, imaginativa y también, por qué no, divertida, la
trae ahora a un ambiente mucho más serio y formal, el de una sala de exposiciones,
que de esa manera sale de su estructura habitual para convertirse en un animado
conglomerado de figuras, entre las que no falta un atrevido mostrador gastronómico,
incluyendo chorizos y jamones.
Fernando Buenache
(Cuenca, 1960), artista que lleva en su apellido el nombre de su pueblo, da
vida a la naturaleza utilizando para ello madera, hierros o piedras. En
palabras de Luis Muro sobre su figura, "todo lo recibe de su lugar y a su
lugar todo devuelve; todo regresa al orden atávico del que él mismo procede. Su
tarea, creo que consiste en recuperar y hacer tangible una arcada vagamente
intuida; retroceder a los más recónditos confines de un tiempo anterior y
restituirlo a la luz".
Todo lo que se
diga es poco y está de más. Es aconsejable darse un paseo por el Centro
Cultural Aguirre y pasar un buen rato, además de aprender algunas cosas sobre
el arte y la naturaleza.
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