EL DIPUTADO Y LA CULTURA

             Por si alguien tiene alguna duda, lo diré de entrada y por lo derecho: no tengo el menor interés en participar en una reunión electoral con el señor Catalá ni con ningún otro candidato político, de manera que, por mí, pueden reunirse cuando quieran él y los militantes y simpatizantes de su partido, el PP, para hablar de lo que gusten incluso, como en este caso, de Cultura.

            Lo que me irrita es que en la noticia difundida a los medios se dice que tal reunión se ha hecho “con diversos representantes del sector de la Cultura de Cuenca”. No: se ha reunido con los dirigentes de su partido y con varias personas que son afiliadas o simpatizantes del susodicho partido.

Según la definición académica, representante es la “persona que actúa en representación de otra o de una institución o colectivo” Quienes están en la foto no son mis representantes, porque yo sí que soy un miembro activo (por muchísimos conceptos) del sector de la Cultura en Cuenca. Y nadie me ha pedido que le otorgue mi representación.

Eso, en cuanto a las formas. Ahora vamos con el fondo.

Me parece impresentable que alguien, en este caso un diputado ya veterano, además ex-ministro del gobierno, aparezca en vísperas electorales para decir unas cuantas sandeces sobre el “gran potencial” cultural que tiene esta ciudad. No recuerdo haber coincidido nunca con el señor Catalá en una conferencia, una exposición, una sesión académica, un concierto, una representación teatral, la presentación de un libro, una proyección de la Semana de Cine ni lo he visto visitando los museos, los archivos o las bibliotecas de la ciudad, actividades que algunos sí realizamos de manera habitual.

Sea cual sea el destino que las urnas van a deparar al señor Catalá me gustaría verlo, en el futuro, haciendo alguna de esas actividades. Tanto si es diputado o ministro, como si no lo es. Para que en la ocasión futura sepa de lo que habla.