POBRES NIÑATOS INCULTOS


            Sobre la barbarie del ser humano se han escrito ya muchas palabras y ninguna de las mías va a añadir nada nuevo a lo hasta ahora dicho. Ahorraré pues epítetos innecesarios para ir directamente al grano. Coincidiendo con el Día de la Mujer, este 8 de marzo el busto de Marco Pérez situado en la plazuela de San Andrés ha aparecido envuelto con un mantel violeta sobre el que campea una leyenda ofensiva mientras que en la propia escultura alguien ha escrito la palabra “Infame” junto con una cruz gamada.

            No hay señal alguna de que Marco Pérez fuera un infame, en ningún sentido del término, ni de que tuviera nada que ver con el nazismo, pero aunque lo hubiera sido, nadie tiene derecho alguno a ensuciar su nombre, su figura o su recuerdo.
            Hay aquí, como indico al comienzo, una muestra más de lo bárbaros, incívicos, ineducados, que pueden ser algunos seres humanos, de cuyo comportamiento infame -aquí sí: infame- recibimos por desgracia sobradas y repetidas muestras. Esta es una más. Y lo es también de la prodigiosa incultura que cabalga sobre nosotros, a pesar de los intentos del sistema educativo por convertir a estos zopencos en personas dignas de figurar en el seno de una sociedad civilizada. Y luego hablamos de los problemas de los países africanos, los del tercer mundo, o las sociedades marginales. Deprimente, muy deprimente.


Comentarios

Entradas populares de este blog

ACISCLO, EL TANQUE Y UN REGALO

EL MUNDO PERSONAL DE ÓSCAR LAGUNAS

LUIS CAÑAS SE HA CABREADO