MÁS VALE TARDE QUE NUNCA
El alboroto organizado por el previsto comienzo de las obras
de derribo de la Casa Catalina, en la calle José Cobo, ha tenido un final
feliz, ante la decisión de la viceconsejería de Cultura de la Junta de
Comunidades de iniciar el expediente para la declaración como Elemento de
Interés Patrimonial de la fachada principal. Mientras se soluciona el dilema,
las obras siguen interrumpidas. La pregunta, lógica y natural, aunque parece
que nadie ha querido hacérsela (al menos, yo no la he leído en ningún sitio) es
por qué hubo que esperar a que llegaran las máquinas y los obreros para empezar
el expediente de protección, obligando a parar los trabajos.
Ahora hemos descubierto que la Casa Catalina es un ejemplar excelente
del modernismo aplicado a Cuenca, ciudad en la que aquella corriente estética,
propia de comienzos del siglo XX, parecía haber pasado de largo, sin tocar para
nada la virginal naturaleza urbanística de la ciudad. Pero ahí estaba la sobria
aunque elegante casa diseñada por el arquitecto Elicio González Mateo que
ahora, si todo va bien, renacerá de la amenaza de haberse convertido en
cascotes para volver a brillar con nuevas luces.
En la Casa Catalina, dicen los técnicos, destacan
elementos como los almohadillados en el enlucido de cemento, los ladrillos
macizos estructurales, las arquerías, recercados de ventana simulando cantería,
la simulación de pilares y columnillas entre ventanas, las galerías de madera y
la decoración mediante azulejos en ciertos puntos de la fachada. Una de las
singularidades, según el expediente formado para la protección, radica en su
composición de huecos con balcones, que incorpora un mirador en la segunda
planta, remata la última planta con duplicidad de huecos laterales de medio
punto y ensanchamiento del central con arco carpanel, embellecido por elementos
de cerámica en el frontal de esta última, donde vuela una alero prominente que
debió ser remate de la cubierta inclinada original. Todos los balcones
conservan la cerrajería original y azulejería esmaltada en la cara inferior de
los mismos.
Total, que la Casa Catalina va a ser derribada en
su interior, porque el mal estado de conservación impide su protección
integral que, por eso se limitará
únicamente a su fachada principal, que será declarada Bien de
Interés Patrimonial.
Los redactores del frustrado Plan de Ordenación Municipal de 2006, que no pasó de la exposición pública, en el catálogo de bienes y elementos protegidos en grado parcial ("...preservación cuando menos de los elementos definitorios de su estructura arquitectónica...") ya proponían la protección de este edificio. Página 227 de las Normas Urbanísticas.
ResponderEliminarUna observación interesante, pero claro, ¿dónde está el dicho Plan de Urbanismo que nunca nació?
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