UN PASEO ENTRE EL AYER Y EL HOY
Puede verse estos días
(hasta el 14 de marzo) una de las muestras más interesantes que se no han
ofrecido en los últimos tiempos. Está en la Sala que el Museo de Cuenca tiene
en la calle Princesa Zaida y lleva el coloquial título de “La tira de
sorpresas”, con el que se nos introduce de forma muy explícita en su contenido,
formado por una escueta, reducida, pero significativa colección de piezas que
se han ido incorporando al propio Museo desde el año 2001, en las secciones de
Arqueología, Etnografía y Bellas Artes, lo que quiere decir que hay ejemplares
desde la más remota antigüedad hasta aportaciones del arte moderno y que
proceden tanto de hallazgos en yacimientos arqueológicos como de adquisiciones
o donaciones.
Entre estos últimos figuran, en la sección de
Bellas Artes, los legados y donaciones de artistas ya fallecidos, como Amancio
Contreras, Leonardo Martínez Bueno, Pedro Mercedes, Carmen Arias, Casas Ubiedo
o Jesús Molina; o las donaciones de artistas en activo, como Miguel Ángel
Moset, Perico Simón, Alfonso Cabezas, varios de los miembros del grupo Arte 6,
etc. Asimismo, la Junta ha adquirido o adscrito al Museo una pintura de San
Julián atribuida a Giuseppe Simonelli, obras del ceramista Pedro Mercedes y los
dibujos de Antonio Saura de "La muerte y la nada" que, como ya
comenté en una anterior entrada de este blog, se encuentran expuestos de manera
permanente en una salita independiente.
Es curiosa la convivencia entre estos ejemplares
del arte contemporáneo y las piezas de interés arqueológico formada por objetos
procedentes de excavaciones, como las del Alto del Romo (Tarancón), la
necrópolis de los Canónigos (Arcas del Villar) o Cerro del Pulpón (Carrascosa
del Campo), que fueron puestas al descubierto gracias a las obras del AVE, o
algunas otras de yacimientos históricos como Valeria, Segóbriga, Ercávica,
Casco Antiguo de Cuenca, Uclés, un conjunto escultórico de Noeda, etc. La
exposición permanecerá abierta hasta el 14 de marzo.
Como digo al principio, una muestra selectiva,
corta, elegida entre miles de piezas posibles, pero extraordinariamente
significativa y que bien merece la pena contemplar. Y disfrutar.
(La imagen que acompaña estas
palabras es una pieza en mármol, del periodo tardoromano, siglos III-IV,
encontrada en la villa de Noheda)
Comentarios
Publicar un comentario