LOS CARTELES DE CRUZ NOVILLO
Es
un lujo para la vista y otros sentidos que alientan en el interior de los seres
humanos. Ver desplegados, a lo largo de las paredes y las columnas de la sala
de exposiciones, los carteles que Cruz Novillo diseñó para más de medio
centenar de las mejores películas españolas de todos los tiempos es eso, un
lujo y una alegría. Ahí están títulos míticos de la generalmente vapuleada
cinematografía nacional, desde la tan cercana a Cuenca como Peppermint frappé
hasta la venerada película de culto que es ya a estas alturas El espíritu
de la colmena, pasando por la siempre desternillante trilogía de Berlanga
en torno a La escopeta nacional o la estremecedora Pascual Duarte o
la conmovedora Los lunes al sol. Cruz Novillo es un artista
suficientemente conocido por sus importantes aportaciones al diseño de multitud
de objetos, desde escudos autonómicos hasta billetes de banco, además de haber
proporcionado esculturas en espacios públicos (en Cuenca hay una de ellas, en
la carretera de Valencia) o haber aportado ideas geniales a muy variados
elementos decorativos o de uso cotidiano, pero su aportación al cine es menos
conocida, quizá porque en los últimos años no ha realizado ningún nuevo cartel
y como la memoria de los humanos es frágil parece haberse olvidado lo que hizo
anteriormente. Esta es una buena oportunidad de recordarlo, o de conocerlo para
quienes no lo sabían. La exposición de su obra cartelística para el cine ha
sido recopilada ahora por primera vez, incluso recuperando ejemplares que
estaban prácticamente desaparecidos, para formar esta preciosa a la vez que
emocionante colección que se puede ver estos días, por iniciativa del Cineclub
Chaplin, en la Sala de Exposiciones del Museo de Cuenca en la calle Princesa
Zaida.
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