ADIÓS O HASTA LUEGO, LIBRERÍA
El
año no comienza bien. Es verdad que cada cual cuenta la feria según le va y
algunos pensarán que sí, que el año nuevo comienza con la mejor de las
perspectivas, pero la verja cerrada de la librería Juan Evangelio, en
Carretería, no augura nada bueno. Este año que termina, el veterano (y también
vetusto) local ha cumplido 90 años por lo que al empezar enero hubiera
emprendido la década conducente al centenario, pero no habrá tal ocasión, al
menos de momento.
La
librería ha echado el cierre y sus dos trabajadores no volverán a ocupar sus
puestos tras el mostrador cuando mañana llegue, teóricamente, la hora de volver
a abrir las puertas. En principio y en apariencia, hay una explicación: se van
a hacer obras de remodelación total en el inmueble. Lo que pasa es que no hay
fecha ni perspectivas para que tales obras se inicien pero, por lo pronto, la
librería se cierra. Y la hipótesis de que en un futuro indefinido vuelva a
abrirse parece un tanto ilusoria
Por
lo pronto, Carretería, la singular y campechana Carretería, pierde una más de
sus señas de identidad. Hace unos años desapareció la que había aquí mismo, al
lado, la Mercería Alonso, tan tradicional como la Librería Católica de Juan
Evangelio. Con esta se va otra. Y también todo lo que ha significado: un
recinto para los libros, una tertulia para satisfacer curiosidades, un ambiente
popular y amistoso
Este
último sábado del año no solo ha cerrado un comercio, un lugar para vender y
comprar cosas, sino un auténtico símbolo de la ciudad y de su calle principal.
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