LO DE ROBERTO POLO VA EN SERIO



        Hace ya un año -¡cómo corre el tiempo!- nos vimos sorprendidos con la noticia, realmente impactante, de que una parte de la colección Roberto Polo quedaría situada en algún lugar de Cuenca, ciudad elegida, junto con Toledo, para compartir uno de los legados artísticos más importantes del mundo. Ha pasado ya todo este tiempo, en el que se han ido desgranando algunas noticias sueltas, ninguna sólida, hasta que ahora, al fin, llega una ya consistente: el gobierno de Castilla-La Mancha y el filántropo han suscrito  un protocolo de colaboración que hará posible que una selección de 445 obras de la colección pueda verse a partir de febrero de 2019, como paso previo a la instalación definitiva.
        El acuerdo fija una duración de 15 años para su vigencia y prevé que en el futuro se pueda concretar en una donación voluntaria permanente a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. En un principio, la cesión incluye 445 obras, cuya tasación solo a efectos de seguros importa 368.128.300 euros. En Toledo se mostrará una parte de la colección en el convento de Santa Fe y en los espacios que puedan concretarse en un futuro en la antigua Biblioteca de El Miradero; en tanto que en Cuenca, se habilitará el edificio del Archivo Histórico Provincial, si bien este primer avance se podrá ver en la Casa Zavala a partir de febrero de 2019, pero antes del 31 de diciembre de 2023 deberá estar disponible para la exhibición el lugar definitivo, o sea, el Archivo. Para la gestión de la colección se va a crear la Fundación Colección Roberto Polo, con fines estrictamente culturales, es decir, sin ningún ánimo de lucro, con un capital fundacional de 30.000 euros
        Desde que se supo la noticia primera, llovieron los comentarios, entre sorprendidos e ilusionados, por lo que este nuevo regalo puede suponer para Cuenca, ciudad que estuvo en la vanguardia en los años 60 del pasado siglo y había quedo un tanto anquilosada, ajena a lo que estaba sucediendo en el mundo del arte mundial. Los fondos de los museos españoles son muy ricos en arte español, pero muy poco representativos en arte de EEUU y del norte y el este de Europa, y estas colecciones van a completar ese vacío, porque permitirá la contemplación permanente de obras de vanguardia, asegura el mecenas que traerá a nuestro país obras de Oskar Schlemmer, Laszlo Moholy-Nagy, Kurt Schwitters, Karl Schmidt, Max Ernst, George Vantongerloo, Paul Joostens, Larry Poons, Martin Kline, Ed Moses, Karen Gunderson, Melissa Kretshmer, Jan Vantier, Werner Mannaers ... y otras grandes figuras del arte contemporáneo, enlazando así con el tiempo en que se interrumpió la colección del Museo de Arte Abstracto.
        El artista, historiador, filósofo, filántropo, coleccionista y marchante de arte Roberto Polo (La Habana, 1951) fue accionista mayoritario de la casa de subastas Sotheby's y se ha dedicado durante toda su vida a comprar obras de arte, hasta acumular una colección de más de 7.000 piezas. “Compro obras todos los días, incluso varias veces al día", afirma el mecenas que asegura no fijarse en la firma de lo que adquiere. "Compro las cosas que me hablan, que me llaman, que me interpelan... Nunca he pensado en el arte en términos de dinero, sólo en términos de calidad". Aunque nacido en Cuba y criado en EEUU, Roberto Polo tiene orígenes españoles, ya que sus abuelos fueron gallegos emigrados.  Su vinculación con el arte comenzó como pintor, cuando era niño pero la interrumpió a los 20 años para dedicarse ya íntegramente al mercado.
       De manera que si todo va bien (y no tiene por qué no ir) deberemos acostumbrarnos a citar y oír el nombre de Roberto Polo, que ya empieza a hacer méritos para recibir el título de Hijo adoptivo de Cuenca.


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