PESCAR EN AGUAS REVUELTAS

      En el barullo del coronavirus y su pandemia generalizada, convertido ya en tema único de conversación y de material informativo, como si no pasaran más cosas en el mundo, se ha diluido sin eco y, me temo, sin consecuencias, una declaración que hizo la Real Academia Conquense justamente dos días antes de que se ordenara nuestro confinamiento general. Imagino, quiero creer, que en circunstancias normales, esa noticia habría tenido algún hueco en la opinión pública e incluso puedo suponer que los medios informativos locales habrían hecho lo posible por airear el tema. Como no ha ocurrido nada de eso y, en cambio, sí se ha decretado ya la vuelta al trabajo de las actividades “esenciales”, entre ellas las obras públicas, hay que temer que los implicados se habrán apresurado a seguir adelante con sus propósitos, antes de que nadie pueda reaccionar.

       El propósito, malévolo, es implantar una ITV de vehículos en el paraje de Villas Viejas, término municipal de Huete, justo en el mismo sitio en que existe un yacimiento arqueológico, ya debidamente expoliado, y que para mayor escarnio tiene la declaración oficial de Bien de Interés Cultural, lo que quiere decir que cuenta con la protección de todas las instituciones del Estado, incluido el Ayuntamiento optense, sobre el que recae la responsabilidad de conceder o no la licencia de obras.

      En Villas Viejas o, por decirlo con el término arqueológico, Fosos de Bayona, existió una ciudad amurallada que se identifica muy probablemente con Contrebia Cárbica; su destrucción, probablemente por un incendio, motivó el traslado de sus habitantes a un lugar próximo y así dieron lugar a la formación de Segóbriga. El yacimiento ya fue bárbaramente masacrado con la construcción de la autovía A-3; como la faena quedó incompleta, ahora se quiere perfeccionar el desastre implantando la mencionada ITV. Porque imagino, como dije antes, que los implicados en el negocio habrán aprovechado el desconcierto general en que se encuentra sumido el país para seguir adelante con sus planes y apresurarse a construir la instalación pretendida.