PERO ¿HAY CONQUENSES INQUIETOS?
Entre
la inabarcable maraña de cuestiones que navegan por las redes sociales acaba de
encontrar un hueco llamativo una nueva publicación vinculada a Cuenca y que,
como ya viene siendo habitual, renuncia directamente al papel para ofrecerse en
línea telemática. Y es una agradable sorpresa, aunque el título, Ea, sugiera algunas connotaciones no muy
positivas, por más que en el editorial intenten ofrecer una justificación.
Aparte este pequeñísimo matiz (que es cosa mía, por supuesto), el contenido es
variado, interesante en su mayor parte y con un diseño realmente atractivo, muy
moderno, que se agradece.
Como se
agradece que en esas páginas no haya ni un solo artículo dedicado a la
inevitable Semana Santa y, oh milagro, tampoco a la vaquilla, cuestiones ambas
que seguramente provocarán alguna que otra invectiva del populismo reinante,
pero que es una sana señal de atrevimiento por parte de quienes impulsan este
proyecto, en el que se combinan nombres bien conocidos con otros de nueva
hornada o que, sin serlo, suelen permanecer por lo general agazapados en su retiro.
Tampoco dicen nada de política, y eso sí que es una excelente muestra de salud mental por parte de los autores y colaboradores de esta interesante iniciativa.
Tampoco dicen nada de política, y eso sí que es una excelente muestra de salud mental por parte de los autores y colaboradores de esta interesante iniciativa.
Ahí
están –espero no olvidarme de nadie- Ángeles de la Vega, Juan Ignacio Cantero,
Reyes Martínez, Carminha Piñeiro, Julián Torrecillas, José Monreal, Óscar
Moreno, Eva Nuño, Pepe Alfaro, Juanra Fernández, Carmina Rubio, Chema
Rodríguez, Alberto Val, Javi Collado, José Ángel García, Jesús Huerta, Conchi
García, Sini Barquin, Soco Cordente, Raúl Contreras, Pilar Martín, Carlos R.
Massó, David Murgui, Fernando J. Cabañas, Gorka Díez, Samuel López, Jesús
Lozano, Mario Rodríguez, Robayna.
“Revista
cultural para conquenses inquietos”, dice el subtítulo de la publicación. No
estoy yo muy seguro de que haya mucha inquietud entre el colectivo conquense,
pero la intención es buena y saludable. Que dure el entusiasmo latente en este
primer número y, sobre todo, que tenga larga vida.
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